Me inicié en la industria de la pintura en el año 1980 en la empresa Colorín S.A., cuando ésta adquirió la vieja empresa Duperial que estaba ubicada en la localidad de Gerli. Empecé trabajando como ayudante de técnico, en tareas básicas de laboratorio.
Pasaron 4 años, y sentí la necesidad de aprender más. Como la planta de Gerli estaba un poco aislada de la tecnología en sede central, empecé a pedir a mi jefe de laboratorio el traslado a la planta principal que estaba localizada en Munro. Luego de un tiempo, se produjo una vacante de técnico en el laboratorio de Investigación. El trabajo de investigación es tan hermoso como tedioso, porque toma mucho tiempo corroborar hipótesis sobre algo que aún no está hecho. Mi primera jefa fue la Dra Joyce Hirsch, con quien aprendí los fundamentos del método científico. Trabajé como su ayudante durante 4 años. Tuve acceso al conocimiento de esmaltes al agua en el año 1986 aunque parezca mentira. Trabajamos en esmaltes anticorrosivos en base acuosa, toda una revolución para esa época.
Por motivos largos de comentar, me vi obligado a renunciar para poder cobrar el retiro voluntario que ofrecía la empresa en ese momento, y el mismo, lo utilicé completamente para entrar en un crédito que daba el Bco Pcia para poder adquirir un pequeño departamento y así poder dejar de alquilar. Pero me quedé sin trabajo.
Al mes conseguí entrar en la empresa de lijas Doble AA, pero el trabajo no me gustó para nada. No me sentía cómodo empezando de cero. Ya a la semana empiezo a buscar trabajo, y de una empresa de pinturas me convocan a una entrevista. Estaba feliz pero preocupado, porque la entrevista era a las 14:00 hs y debía pedir permiso para salir antes. Luego de 3 entrevistas, y con el trabajo en lijas doble AA perdido, me confirman que el puesto era mío.
Dicha empresa era Cintoplóm S.A. Me contrataron para trabajar como técnico de desarrollo cuyo gerente era el Dr. Abel Kivilevich. Gracias a su particular forma de ver las cosas, es que aprendí a encontrar la química dentro de la pintura. Yo hasta ese momento operaba muy bien técnicamente, pero no incluía la química como la estudiaba en la facultad, no la comprendía en su esencia, no entendía cómo un fenómeno podía leerse a través de los grupos funcionales de las resinas o aditivos o polímeros con los distintos sustratos. Un gran maestro porque recreó en el laboratorio un ambiente de amplia discusión académica. Pero algunas personas siempre queremos un poco más, y en ese momento y en ese lugar, no tenía cabida para crecer, y mi llama interna se encendió y es por eso que empiezo a buscar pasar al siguiente escalón. Comienzo a buscar trabajo como jefe de laboratorio, y lo consigo a los pocos meses. Renuncio y comienzo a trabajar en Tersuave S.A.
En ese momento, Tersuave era una empresa en crecimiento, de no más de 350.000 Lts/mes. Mi nuevo gerente, era el Dr. Rodolfo Oubiña, antiguo compañero de facultad, con quien trabajé otros 4 años. Tuve la absoluta libertad para desarrollar casi todo lo que quise…y así lo hice. Recuerdo haber trabajado en no menos de 30 nuevos productos para la empresa que estaba en pleno desarrollo. Sentía que con cada producto que sacábamos, se iba completando un casillero vacío, como los elementos que faltaban en la tabla periódica que en su momento desarrolló Mendeleiev. En ese entonces, desarrollé el producto que con el tiempo se convirtió en insignia de la empresa, y fue el REVESTIMIENTO ESTIRENADO LAVABLE. En su momento fue el producto que lideró, por tecnología, el segmento de látex Premium para interiores en Argentina. Posteriormente, tuve la necesidad de ejercer como Gerente Industrial, y hubo que buscar nuevos rumbos, porque ese puesto en Tersuave estaba ocupado por un amigo.
Retorno a Cintoplom ya como Gerente Industrial, con la gerencia de producción por un lado y la de desarrollo y control de calidad por otro. Doble responsabilidad y con la dificultad de ser juez y parte. Trabajo durante 3 años en dicha posición, hasta que aparece en mí, la necesidad de ser independiente. Así, es como encaro con mucho éxito la asesoría de empresas medianas y pequeñas. Trabajaba jornadas abreviadas en dichas empresas, desarrollándoles productos, y poniendo a punto controles de calidad. En esta etapa tan prolífica, llegué a asesorar hasta 11 empresas simultáneamente, incluso en Uruguay, Bolivia y Chile. Si bien era muy lucrativo, tenía un desgaste físico/mental, muy difícil de sostener en el tiempo. Por ese entonces, a la par de los asesoramientos, tuve la inquietud de fabricar pinturas, motivo por el cual, me asocio con los dueños de una de las empresas que había asesorado en su momento. Fue la refundación de la empresa Vitreaux.
En ella trabajaba temprano por la mañana fabricando hasta el mediodía, y luego iba a asesorar a las pocas empresas que aún lo hacía. Con el tiempo, Vitreaux fue creciendo, y fui dejando los asesoramientos. A los 2 años del comienzo, estábamos fabricando más de 100.000 lts., con el desarrollo constante de productos que ampliaban la paleta de productos, tanto en base sintético como látex. A los pocos años, el volumen de la empresa tomó tal dimensión, que llegamos a tener un promedio mensual anual de producción/ventas de 260.000 lts.
Pasó un tiempo más, y empecé a tener diferencias societarias en cuanto al rumbo que debía tener la empresa, que concluyeron finalmente con la escisión de la misma. En dicha división, opté por quedarme con la planta que está ubicada en la localidad de Gral Rodríguez, sobre un predio de 10.000 m2 y con 2 de las marcas comerciales: Distinción y Plaqueé. Hoy la marca Distinción es la que representa el nombre de la empresa. Toda nuestra línea Premium se comercializa como Distinción, y las líneas más económicas con Plaqueé.
Actualmente estamos fabricando toda una línea completa tanto de esmaltes sintéticos como de pinturas al látex. Si bien tenemos muy buena presencia en todo el conurbano bonaerense, también vendemos en CABA y en más de 10 provincias. Nuestra amplia y variada gama de productos y su presentación, nos posiciona como una empresa mediana, pero con visión de futuro, tanto por el desarrollo de nuevos productos, como en la incorporación permanente de tecnología.
Nuestros productos siempre van a ser cada día un poco mejores: Un poco más cubritivos, un poco más duraderos, un poco mejor pintables y un poco mejor presentados. Somos una empresa con una gran vocación por el control de calidad y nuestro aval, son los años de tanto conocimiento acumulado de mercado, y un empuje incansable de todas las personas que trabajan día a día para que seamos siempre un poco mejor que el día anterior. Para nosotros, el factor humano es fundamental, y nos ocupamos todo el tiempo de él. Cuando nos equivocamos, corregimos el error para que no nos vuelva a suceder. Para nosotros es muy importante la cordialidad y la vocación de servicio. Siempre estamos tratando de generar negocios para el cliente. Garantizamos la calidad en todas sus formas, y entendemos que ese es un camino solo de ida.
Esta es nuestra presentación de principios y nuestro compromiso. Fui el iniciador de este sueño, pero no lo hice solo. Somos un equipo humano y profesional, entusiasmados en ser cada día mejor, y vamos a estar siempre cerca de uds. Nos entusiasma lo que hacemos, y eso se nota en cada producto y en cada lata que sale de nuestro depósito. Hacemos especial hincapié en lo humano. Nuestra empresa son las personas que trabajan en ella, y estamos orgullosos que así sea.
Sinceramente
SERGIO SINICCO